Científicos de la Universidad de Oxford han desarrollado un “superalimento” diseñado para las abejas melíferas, con el objetivo de proteger a estos insectos frente a la pérdida de hábitat, el cambio climático y la escasez de nutrientes. Durante las pruebas, las colonias alimentadas con este suplemento lograron hasta 15 veces más crías que alcanzaron la adultez en comparación con las colonias que no lo recibieron, un hallazgo que representa un avance significativo para la conservación de las abejas y la seguridad alimentaria mundial.
Las abejas melíferas desempeñan un papel esencial en la polinización de los cultivos, contribuyendo a la producción de aproximadamente el 70% de los principales alimentos del planeta. Sin embargo, estas poblaciones han experimentado un declive drástico en la última década debido a enfermedades virales, déficit nutricional y cambios climáticos. En Estados Unidos, las pérdidas anuales de colonias han oscilado entre el 40% y el 50%, mientras que apicultores en el Reino Unido reportan descensos significativos, llegando a perder hasta tres cuartas partes de sus colonias en ciertas regiones durante el invierno.
El papel vital de los esteroles en la alimentación de las abejas
El reciente suplemento pone énfasis en los esteroles, lípidos vitales encontrados en el polen y el néctar, clave para el crecimiento y la reproducción de las abejas. La miel que las colmenas generan y guardan a lo largo del invierno a menudo carece de estos nutrientes, particularmente cuando el polen accesible es limitado o ha sido recolectado para su venta.
El alimento tradicionalmente proporcionado por los apicultores, basado en harina proteica, azúcar y agua, carece de muchos de los componentes críticos necesarios para la salud de las abejas. La carencia de esteroles específicos puede compararse con una dieta humana incompleta, privando a las abejas de los elementos esenciales para crecer y reproducirse adecuadamente.
Durante 15 años, un equipo liderado por la profesora Geraldine Wright en Oxford identificó los esteroles exactos que requieren las abejas y desarrolló un método para fabricarlos mediante levadura modificada genéticamente. Este avance permite producir un suplemento nutricional que cubre las necesidades vitales de las colonias, mejorando su resistencia a enfermedades y aumentando su tasa de supervivencia.
Resultados experimentales y aplicación práctica
En los ensayos de laboratorio, el “superalimento” se administró durante tres meses a colonias de abejas melíferas. Los resultados mostraron un aumento significativo en la reproducción de las crías que alcanzaron la adultez, además de un mayor bienestar general de los insectos. La profesora Wright señala que este suplemento será especialmente útil en veranos en los que la floración termina antes de lo previsto, generando estrés nutricional en las colonias y mayores pérdidas durante el invierno.
El alimento está diseñado para complementar la dieta natural de las abejas y podría convertirse en una herramienta clave para apicultores y agricultores. Los investigadores indican que, tras ensayos a mayor escala, el suplemento podría estar disponible para su uso comercial en aproximadamente dos años, ofreciendo un recurso estratégico para proteger la polinización de cultivos y la biodiversidad.
Un paso hacia la conservación de las abejas
El avance en este alimento beneficioso destaca la relevancia de la investigación científica enfocada en preservar especies esenciales para la producción alimentaria. Al garantizar que las abejas obtengan una alimentación equilibrada durante todo el año, se potencia su capacidad de reproducción y supervivencia, aliviando los efectos del cambio climático y la desaparición de hábitats.
El proyecto, liderado por la Universidad de Oxford en colaboración con el Real Jardín Botánico de Kew, la Universidad de Greenwich y la Universidad Técnica de Dinamarca, representa un avance innovador en la lucha global por proteger a las abejas melíferas y garantizar la sostenibilidad de los ecosistemas agrícolas.